Muchas de nosotras se han visto al espejo, y luego de una larga inspección de cada detalle, concluyueron; ¿Cómo sería mi vida si fuese otra?.
Las neuronas se van conectando y surge un deseo, un anhelo de ser alguien más. ¿Por qué?
Resulta tan difícil para algunas aceptarnos y conformarnos; aprender a convivir con nuestro cuerpo. Pensamos que sería más fácil todo si fuésemos como aquella rubia alta de ojos claros de nuestra clase; que parece que aún a pesar de la hora (temprano a la mañana), se ve igualmente divina. Sin esfuerzo alguno. Vestidos, jeans, remeras ajustadas, polleras. NADA les trae complicación. "¿Por qué? ¿Por qué la genética no me ayudó?". Parece sencillamente perfecta; un blanco de todas las miradas. Y nosotras, pasamos desapercibidas.
El espejo nos revela la cruda verdad; no somos perfectas. Siempre, por más que nos esforcemos, vamos a encontrarnos algún defecto. Y es que nunca terminamos de aceptarnos tal cual somos.
Creo yo que la mayoría necesitamos un cambio de actitud; porque cualquier mejoría física no tiene sentido si no está acompañada por una mejoría en nuestra actitud frente a la vida; ¿De qué sirve ser bonita pero vacía?. Tenemos la constante idea de que "siempre podemos estar mejor". Y no es malo querer superarse! Lo malo es ser sobreexigentes con nuestro cuerpo. Si no aprendemos a aceptarnos antes de intentar cambiar físicamente, cualquier decisión que tomemos sera poco racional; basada en ideales distorsionados y cuerpos inalcanzables; teorías absurdas y castigos al cuerpo que solo pocas personas pueden soportar.
Querernos; ese es el punto clave para empezar al cambio. Una vez que aceptemos nuestro cuerpo con todas sus virtudes y defectos, aprenderemos a sacar a luz lo mejor de nosotras. Nuestra verdadera belleza; esa que a veces queda escondida tras la timidez, la inhibición, la verguenza. Verse bien es sentirse bien; ¿Cómo podemos pretender que nos quieran si no nos queremos nosotras mismas?. Basta a los maltratos físicos; nuestro cuerpo es lo mejor que tenemos y si no lo cuidamos después... Nos pasará factura. Simplemente cambios sencillos de hábitos bastarán para sentirnos mucho mejor; la alimentación, el ejercicio.
Así nos sentiremos tan lindas (o incluso más!) como esa rubia, alta, "perfecta".
Let it be!
No hay comentarios:
Publicar un comentario