"Ven, noche gentil, noche tierna y sombría dame a mi Romeo y, cuando yo muera, córtalo en mil estrellas menudas: lucirá tan hermoso el firmamento que el mundo, enamorado de la noche, dejará de adorar al sol hiriente..."


jueves, 22 de octubre de 2009

Intentos.

No siempre que nos caemos logramos levantarnos enseguida.
A veces se debe al impacto de la caída...
Pero otras veces se debe a la falta de perseverancia.
A veces tendemos a rendirnos ante la primera señal de derrota. No le damos al destino una oportunidad para que nos muestre si intentarlo valía, efectivamente, la pena.
Tenemos miedo, somos vulnerables; y es que a veces es más fácil quedarse en el lugar y no insistir. 
Pero desistir; desistir el la última opción, y la primera en rechazarse. Si una vez, aunque sea, intentamos levantarnos enseguida, y volvemos a probar, muchas veces nos encontraremos con resultados satifactorios. Es posible que el miedo y la inseguridad nos venzan a veces; eso está permitido en la caída, pero no a la hora de levantarnos.
Un "No" hoy, puede perfectamente significar un "Si" en un futuro; y nunca sabremos cuán posible es ese futuro si ni siquiera probamos, intentamos otra vez. Muchas veces lo que perdemos es mucho menos, y lo que ganamos es mucho más. 
Recordemos que un "No" tiene un punto seguido... No un punto final.

Let it be!

domingo, 18 de octubre de 2009

Si supieras (memorias de un amor eterno)

"Si supieras, sólo si supieras, una milésima de lo que me pasa cuando me mirás... Si supieras que todo este tiempo lo que veías en mis ojos era amor, cariño, ternura, pasión; como más que una amiga. Pero si solamente puedo quererte desde este espacio que me toca, si solamente puedo admirarte en silencio y anhelar el sabor de tus labios, entonces así sera, y rogaré al cielo, al destino, a lo que sea, que algún día tus ojos se encuentren con los míos y ambos sintamos el mismo amor, el mismo cariño, la misma ternura, la misma pasión..."

Capítulo 4



No recuerdo bien lo que ocurrió al día siguiente. Mi memoria sólo me deja visualizar una borrosa escena en la que él se levantaba, agarraba sus cosas rápido y se marchaba.
Lo que más recuerdo es que no me llamó durante varios días.
Cuando por fin decidió hacerlo (yo había decidido no llamarlo, muy a mi pesar), yo me encontraba repasando para un final bastante difícil. 

-No se bien que pasó esa noche... Creo que me dejé llevar por el momento -dijo, e hizo a continuación una pausa, esperando a que yo respondiera. No lo hice. -Disculpá, se que no tendría que haber pasado, espero que ambos podamos dejar esa noche atrás y seguir con nuestra amistad como siempre... Es lo mejor.
-Esta bien, creo que tenés razón.

Enseguida corté el teléfono... No quería que la situación me distrajera. Obviamente, no pude evitar que así fuera.  

(Dejame robarte un instante, haré que sea eterno)