Capítulo 5
Dolía. El saber que o eras mío dolía.
Y aún más me hería el corazón pensar que no me dabas ni siquiera una oportunidad para hacerte feliz. Porque bien yo sé, bien vos sabés que seríamos felices juntos.
Suelo mirarme al espejo y preguntarme ¿Qué tengo mal? ¿Qué no digo, que no hago?
Se me hace difícil entenderte.
Y aquella noche, por un instante pensé que todo iba a ser distinto.
Los días siguientes, en la facultad, estar al lado de él se me hacía un martirio. Las horas eran eternas; cada mirada me lastimaba, cada palabra era una puñalada a mi corazón.
(¿Cómo cruzo esa línea que separa el amor de la amistad? Es como si hubieras cambiado esa línea por una muralla inmensa. Quisiera que me abrieras tu corazón, quiero enseñarte a amarme, quiero leer Te Amo de tus labios, quiero ser tuya y que seas mío...)
Me cuesta escribir. Me mata, me aniquila la idea de no tenerlo; pero voy a tener que conformarme con éste espacio de amiga que me toca.
Sea como sea, quiero tenerlo cerca.
Aguantaré el beso que a cada minuto quiere ser dado, ahogaré los suspiros cuando me mires fijo a los ojos. Mataré cada impulso de hacerte el amor. Lloraré mil lágrimas en tu nombre, encerrada en mi cuarto, mirando tu foto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario