No siempre que nos caemos logramos levantarnos enseguida.
A veces se debe al impacto de la caída...
Pero otras veces se debe a la falta de perseverancia.
A veces tendemos a rendirnos ante la primera señal de derrota. No le damos al destino una oportunidad para que nos muestre si intentarlo valía, efectivamente, la pena.
Tenemos miedo, somos vulnerables; y es que a veces es más fácil quedarse en el lugar y no insistir.
Pero desistir; desistir el la última opción, y la primera en rechazarse. Si una vez, aunque sea, intentamos levantarnos enseguida, y volvemos a probar, muchas veces nos encontraremos con resultados satifactorios. Es posible que el miedo y la inseguridad nos venzan a veces; eso está permitido en la caída, pero no a la hora de levantarnos.
Un "No" hoy, puede perfectamente significar un "Si" en un futuro; y nunca sabremos cuán posible es ese futuro si ni siquiera probamos, intentamos otra vez. Muchas veces lo que perdemos es mucho menos, y lo que ganamos es mucho más.
Recordemos que un "No" tiene un punto seguido... No un punto final. Let it be!
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